
El Banco Central Europeo (BCE) ya cobra un interés del 0,4% a los bancos por depositar en él su dinero. El objetivo que persigue el BCE es claro, provocar pérdidas en el sector bancario. Pretende incitar a que los bancos ganen dinero mediante otras fuentes de ingresos. Estas fuentes de ingresos pueden venir por dos vías. Una es prestar a familias y empresas para que se devuelva el capital con intereses, la otra vía es incrementar comisiones a los clientes. Lo que ocurre es que los bancos no quieren ni pueden prestar a personas y empresas que no tienen capacidad para devolver lo prestado, es decir, son insolventes. Esta insolvencia generalizada se debe al sobreendeudamiento que tanto particulares como empresas arrastran desde la reciente crisis. La economía real aún continúa en un proceso de saneamiento dirigiendo el sector privado hacia actividades más rentables.
Con este panorama al sector bancario sólo le queda una opción, sangrar a comisiones. Este aumento de comisiones puede hacerse de manera directamente descubierta, como también está ocurriendo en Japón donde los bancos aplican tipos de interés negativos a depositantes institucionales. Esto llevará de forma irrevocable a que la gente empiece a pagar por guardar su dinero en el banco. Pero hasta que lleguemos a ese extremo se van a incrementar las comisiones de los servicios bancarios, es decir, se va a cobrar por tener una cuenta corriente, por el uso de cajeros, por el mantenimiento de la tarjeta y por ingresar dinero. Consulta aquí los bancos que cobran por ingresar dinero en efectivo.

¿Cómo evitar que nuestro banco nos cobre comisiones?
La necesidad que tienen los bancos de aumentar comisiones es incrementar lo máximo posible sus ingresos. Ingresos destinados a devolver los intereses o amortizar su deuda corporativa o bien para sufragar los dos mayores gastos en los que incurren hoy en día los bancos tradicionales. Estos dos grandes gastos son el mantenimiento de las oficinas (alquiler, reparaciones, servicios de limpieza, agua y luz) y el gasto salarial de la plantilla. Por este motivo, para asegurarnos de trabajar con un banco que no nos va a cobrar comisiones encubiertas no debemos fijarnos simplemente en sus campañas publicitarias, debemos asegurarnos de 3 cosas:
- No tiene deuda que devolver, es decir, no se financia a través de la emisión de bonos corporativos. Si un banco necesita pedir prestado dinero para expandirse es porque los beneficios que genera su propia actividad son insuficientes para desarrollar su negocio. Por lo tanto, si un banco no tiene deuda que devolver es porque nunca pidió prestado dinero en el pasado. ¿Cómo saber si un banco emite deuda? La forma más fácil es consultar la calificación crediticia de los bancos en España. Por lo general cuando una entidad financiera no tiene rating es porque nunca emitió deuda que necesitara ser calificada. Esta es la máxima garantía de solidez y solvencia de un banco. Si quieres saber más sobre solvencia de entidades financieras recomiendo leer este artículo de Rankia.
- No tiene gastos de inmobilizado, es decir, de oficinas. España tiene casi el doble de oficinas por habitante que los países europeos, 7 oficinas por cada 10.000 habitantes. El coste que supone el mantenimiento de estas oficinas es insostenible a día de hoy con los márgenes bancarios al 0%. La mejor forma de asegurarse de que no hay prácticamente gastos asociados a las oficinas es consultar cuántas oficinas tiene nuestro banco. Aquí puedes consultar el número de oficinas que tienen operativas las entidades bancarias en España. Vuelve a ser tremendamente simple pasar el filtro, si la entidad no se encuentra en la lista implica cero gasto en oficinas.
- No tiene gasto salarial. Dicho de otra forma, no tiene una gran plantilla de empleados a los que pagar. Los 142 bancos operando en España tienen una media de 680 empleados por entidad. Buscando aquí tu banco puedes saber cuántos empleados tiene en plantilla. De nuevo, sacar conclusiones no resulta complicado, si estás con un banco que no tiene prácticamente empleados implica que su gasto salarial es mínimo.
Hasta ahora todos elegíamos nuestra entidad basándonos en dos factores. 1) ¿Qué entidad tiene más oficinas? y 2) Es la entidad de mi padre, madre o hermano. Este criterio debe cambiar radicalmente, especialmente ahora que va a entrar en vigencia el bail-in, una nueva normativa europea con un objetivo bien claro: las entidades que quiebren no serán rescatadas con dinero publico, serán los accionistas, acreedores y clientes los que sufrirán las pérdidas. No volveremos a ver otro caso Bankia.
Analicemos las otras opciones que tenía.
Si hubiera decidido guardarlo hoy tendría 428€ y seguramente estaría pensando «debí haberme ido de viaje con este dinero cuando me lo planteé, ahora cuesta muchísimo más».
Veamos que hubiera pasado si hubiera decidido invertirlo de forma diversificada en las principales economías occidentales del mundo. El MSCI (Morgan Stanley Composite Index) mide la cotización de las empresas más grandes y representativas en los sectores de la tecnología, energía, medicina etc en zonas geográficas como América del Norte, Europa o Japón.